martes, 5 de mayo de 2009

Música en las esquinas (VIII Semana del Conservatorio)



Que una castañuela responda, toda chismosa y pizpireta ella, a una tuba o a un escuadrón de clarinetes... no es un hecho habitual. No en las calles de Arrecife, que están acostumbradas a padecer la soledad del viento, una vez se termina la jornada de compras o el Día del Algo (Padre, Madre, el angelote San Valentín, los mágicos Reyes Magos, etc.).

Esta vez fue posible gracias a los alumnos de la Escuela de Música y el Conservatorio de Lanzarote, que se arrancaron por pasodobles en una tarde de primavera con olor a crepe de jamón y queso. Fue el lunes, 4 de mayo de 2009. Objetivo: celebrarse en la VIII Semana del Conservatorio.

Hicieron corro las familias, los profesores, los peatones... Hasta los que caminaban con la prisa royéndoles la oreja se detuvieron cuando escucharon a ese organismo vivo.

Asomaba brillante la campana de una tuba. Oronda, suave y dorada.
Y los flautistas hacían lenguoflexia para extraer notas.
Y la caña del clarinete se mantenía firme y simpática, porque el clarinete es un instrumento colectivo y bravo.
Y el triángulo hacía su función estelar y breve, despejando pesadillas ridículas.
Y los saxos decían cosas al unísono: los jóvenes, los tenores, los altos y los adolescentes...
Y se leían las partituras. Esos cuadernos escritos en un idioma, el musical, donde los escabarajos valen por uno y las almejas valen por dos y las escobillas, dicen, valen media... (o un cuarto incluso, en función del tupé que peinen).

Más música (de esta y de cualquier otra) hace falta en las esquinas de Arrecife.

1 comentario:

  1. Como decía uno que nos conocemos, "ya es hora de que nos empecemos a tomar la música en serio".

    Saludetes!

    ResponderEliminar

Seguidores