
Mientras escribimos esté comentario, los siete Ayuntamientos de Lanzarote (abrazados al Cabildo insular) continuan con el exhaustivo estudio que comenzaron a finales de 2008. Objetivo: ver cuántas barreras arquitectónicas tiene cada rincón de Lanzarote y destinar dinero para eliminarlas. Es decir: coger martillo y cemento para remendar esos bordillos altos como el Teneguía, esas escaleras sin rampa (o con rampa de pendiente mortal), esas aceras estrechas que además están invadidas por contenedores o vallas de obra...
Las barreras arquitectónicas no son más que obstáculos que la ciudad pone a sus ciudadanos. A todos. Pero principalmente a quienes han de pasear un carro de niño, a los que se desplazan en silla de ruedas, a quienes llevan muletas temporalmente, a los ancianos con movilidad reducida, etc.
Las barreras arquitectónicas impiden disfrutar del espacio público y, en el más grave de los casos, mutilan el derecho al libre movimiento y a la vida normal de los ciudadanos que necesitan una silla de ruedas para vivir.

Prueben. Siéntense en una silla de ruedas e intenten ir a por el pan. Vaya a trabajar o al cine. Vaya a un centro turístico o simplemente, intente pasear desde el Charco de San Ginés hasta el Reducto. Sólo podrá hacerlo a la vera del mar. No intenté callejear, porque se llevará un disgusto.
¿Sirve de algo la Ley Canaria de Accesibilidad y Supresión de Barreras?. Se aprobó en 1995. Estamos en 2009.
Mass Cultura inició en diciembre de 2008 una campaña para conseguir la eliminación progresiva de las barreras arquitectónicas en Lanzatote. De momento, la han apoyado 114 personas, enviando sus datos (nombre y DNI) a la dirección lectores@masscultura.com Hemos recibido firmas de Lanzarote, Canarias, Marruecos, Madrid, Barcelona y Londrés. Serían necesarias un total de 15.000 para promover una iniciativa legislativa popular. Y esa cantidad supone algo menos del 11% de la población que reside en esta isla.
El 3 de marzo de 2009, las instituciones lanzaroteñas se comprometieron a "dedicar una partida presupuestaria a la supresión de barreras arquitectónicas".
¿Cuánto tiempo pasará hasta que ese compromiso se convierta en una acción concreta?.
Necesitamos que la Administración, más aún en tiempos de crisis económica, demuestre que funciona con criterio responsable a la hora de decidir cuáles son sus actuaciones más prioritarias.

Porque las barreras arquitectónicas en esta isla son muchas y graves.
Porque merman la calidad de vida de los ciudadanos.
Porque dejan en evidencia a la Administración lanzaroteña que camina hacia un futuro con Palacio de Congresos, energía maremotriz y turismo sostenible, mientras mantiene impracticable la tercera capital de Canarias.
Si conseguimos recabar 15.000 firmas, esta revista presentará una iniciativa legislativa popular en el Parlamento de Canarias.
Si no lo conseguimos, acudiremos al Registro del Cabildo de Lanzarote con el número de firmas que hayamos recopilado para que la máxima institución insular decida si la reivindicación es suficientemente importante como para tomar o no medidas urgentes.
Si desea recibir más información o apoyar la campaña, envienos sus datos (nombre, apellido y DNI) a lectores@masscultura.com
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